
Los errores de manicurista principiante y cómo evitarlos
31 May 2022Nadie mejor que tú puede hablar de los errores del manicurista que empieza. Por ello, vamos a repasarlos para que progreses como profesional y consigas un espléndido resultado con tu trabajo.
¿Cuáles son los errores más frecuentes entre principiantes?
Los siguientes consejos para tu salón de manicura te serán de gran ayuda. Toma nota de todos para agradar al máximo a tu clientela.
No formarte y no tener la práctica necesaria
No vas a pintarles las uñas a tus amigas, sino a personas que pagarán por ello. Has de formarte y debes tener la práctica necesaria para evitar problemas. Debes transmitir confianza y no dudas o incertidumbre.
No analizar las uñas antes de comenzar a trabajar
Es muy común que una persona llegue a tu salón, te pida que le hagas la manicura y te pongas manos a la obra. Debes comprobar el estado de sus uñas y, especialmente, si hay algún tipo de engrosamiento o infección. En estos casos, aconseja algún tipo de producto específico e insta a la persona a que regrese cuando sus uñas hayan sanado.
Ahorrar comprando productos de baja calidad
Entendemos que quieras lograr beneficios y recuperar la inversión, pero esta no es la mejor manera. El precio de los artículos de las grandes marcas está justificado. Realizar un trabajo para que a los pocos días desaparezca genera desconfianza. ¿Volverías tú a un salón que confía solamente en artículos de bajo coste?
Tirar los precios
En relación con el apartado anterior, piensas que si ofreces un precio imbatible lograrás más facturación, pero no es así. Revisa cuáles son los precios de tu competencia y trabaja en la misma horquilla. Si les gustas a tus clientes, no les importará pagar más por volver a tu establecimiento.
No lavar o esterilizar tu instrumental
Cada vez que uses tu instrumental, debes lavarlo o esterlizarlo. No creas que solo debes hacerlo si has tratado a alguien con infecciones en las uñas. Es tu obligación, y un derecho de tus clientes, contar con un equipo de trabajo que no transmita infecciones. Debes tener mucho cuidado con este aspecto porque tu reputación está en juego.
Cortar las cutículas por defecto
Es casi sinónimo de manicurista novata. No siempre hay que cortarlas. De hecho, en el mercado hay distintos aceites que las hidratan eficazmente. Apuesta por retirarlas suavemente con un bastoncillo, pero no las cortes, ya que podrían infectarse.
No preparar la uña
A simple vista puede parecer perfecta, pero debes verificarlo. Para pintar una uña has de prepararla. Has de conseguir una superficie regular que acepte bien los productos que vas a utilizar. Recuerda que en todos los casos has de utilizar una capa base antes del esmalte.
Limar la uña sin seguir un orden
Es bastante habitual que se haga de izquierda a derecha, lo que provoca que la superficie de la uña se escobille y se deteriore. Lo mismo sucede cuando se hace de arriba a abajo. Esta opción provoca la aparición de grietas de pequeño tamaño y un desgaste mayor de la uña.
Lo correcto es respetar la forma natural de la uña y limar siempre en la misma dirección. Los movimientos suaves hacen el mismo efecto y protegen mejor las uñas. No te excedas, ya que podrías debilitarlas demasiado. Has de mantener un grosor adecuado y limpiar bien antes de seguir trabajando.
Aplicar incorrectamente el esmalte
O bien pones una capa demasiado gruesa, o bien no sigues las instrucciones del fabricante. Igualmente, es bastante probable que pongas esmalte por debajo del borde de la uña. Esta circunstancia provoca que la uña se astille al entrar en contacto con el agua.
Evita el error de limpiarlo con un hisopo o con acetona. Es mejor el alcohol si no quieres que el color aplicado se difumine antes de tiempo. Recuerda que no debes agitar el bote del esmalte porque generarás burbujas de aire y alterarás su consistencia.
Una técnica deficiente de secado
Puede producirse por varios factores. El primero es consecuencia directa de utilizar productos de secado rápido y no respetar el tiempo indicado. En lo que respecta a la lámpara de rayos UV, espera un minuto para las manicuras semipermanentes. Cada esmalte y cada uña exigen un secado concreto.
No promocionar tus servicios
Nadie va a entrar en tu salón si no sabe que tienes uno. Aprovecha las redes sociales para promocionar tu trabajo con vídeos y fotografías. Cuanto mejor te conozcan y más clientes comenten lo que haces, más opciones tendrás de aumentar tus beneficios. Trabaja bien los vídeos y los contenidos para promocionarte.
Ahora que conoces cuáles son los errores de manicurista principiante podrás evitarlos fácilmente. Sin duda, tus clientes te agradecerán tu esfuerzo. Solo así lograrás que tu salón se asocie con la calidad y con un trabajo bien hecho. ¿Qué te parece la idea?